10.12.18

En los duros jardines de la piedra.


[de 'Muerte sin fin' (J. Gorostiza)].

4
(…)
largas cintas de cintas de sorpresas
que en un constante perecer enérgico,
en un morir absorto,
arrasan sin cesar su bella fábrica
hasta que -hijo de su misma muerte,
gestado en la aridez de sus escombros-
siente que su fatiga se fatiga,
se erige a descansar de su descanso
y sueña que su sueño se repite,
irresponsable, eterno,
muerte sin fin de una obstinada muerte…

11
(…)
En la red de cristal que la estrangula,
el agua toma forma,
la bebe, sí, en el módulo del vaso,
para que éste también se transfigure
con el temblor del agua estrangulada
que sigue allí, sin voz, marcando el pulso
glacial de la corriente.
Pero el vaso
-a su vez-
cede a la informe condición del agua
a fin de que -a su vez- la forma misma,
la forma en sí, que está en el duro vaso
sosteniendo el rencor de su dureza…

15
(…)
cuando las plantas de sumisas plantas
retiran el ramaje presuntuoso,
se esconden en sus ásperas raíces
y en la acerba raíz de sus raíces
y presas de un absurdo crecimiento
se desarrollan hacia la semilla,
hasta quedar inmóviles
¡oh cementerios de talladas rosas!
en los duros jardines de la piedra.

18
(…)
Desde mis ojos insomnes
mi muerte me está acechando,
me acecha, sí, me enamora
con su ojo lánguido.
¡Anda, putilla del rubor helado,
anda, vámonos al diablo!




1.7.18

Viaje.

(Google)


Las desnudas laderas que el águila regenta,

los dorados sillares de las ruinas,

las silenciosas ondas del pantano,

el manto amarillento de los pastos,

los granitos quebrados en trinchera,

las luces matinales en la encina

y tú,

-equipaje de dudas y mentiras-

viajando solitario a tu condena.

VIAJE.
27/06/2018



25.3.18

‘Suicidio’.




(…)
Los árboles repliegan sus ramas y enrojecen...
Difícil es aún verles su esqueleto invernal.
Un amigo al que vemos cada vez menos veces
termina por no ser el amigo que era...

Voy hacia la ventana, la abro completamente;
cinco pisos debajo me parecen los árboles
mala hierba y arbustos demasiado pequeños
y demasiado frágiles incluso
para atenuar la leve caída de un gorrión.

(…)
¿Merezco alguna consideración
por no haber intentado suicidarme?
Quizá lo que temía es que esa peregrina
decisión resultase fallida,
sin darme cuenta de que practicando
es como se corrigen los errores...
Nuestras primeras fotos, caseras, lo demuestran:
sin cabeza en algunas o con media cabeza,
torcidos y velados por los flases.

Robert Lowell ‘Suicidio’ [fragmento].

Versión L. J. Moreno