19.5.17

Pavese: El vicio absurdo (4).


Eres la vida y la muerte.
has venido de marzo
a la tierra desnuda –
tu escalofrío dura.
Sangre de primavera
–anémona o nube–
tu paso ligero
ha violado la tierra.
Se repite el dolor.

Tu paso ligero
ha reabierto el dolor.
Fría estaba la tierra
bajo un cielo indigente,
estaba inmóvil y cercada
en perezoso sueño,
como quien ya no sufre.
Hasta el hielo era dulce
dentro del corazón profundo.
Entre la vida y la muerte
la esperanza callaba.

Ahora tiene una voz y una sangre
cada cosa que vive.
Ahora la tierra y el cielo
son fuerte escalofrío,
la esperanza los pliega,
los turba la mañana,
los sumerge tu paso,
tu hálito de aurora.
Sangre de primavera,
toda la tierra tiembla
con un temblor antiguo.

Has reabierto el dolor.
Eres la vida y la muerte.
Sobre tierra desnuda
has pasado ligera
como golondrina o nube,
y el torrente del corazón
se ha despertado e irrumpe
y se observa en el cielo
y refleja las cosas –
y las cosas, en el cielo y en el corazón
sufren y se retuercen
a la espera de ti.
Es el amanecer, la aurora,
sangre de primavera,
tú has violado la tierra.

La esperanza se pliega,
y te aguarda te llama.
Eres la vida y la muerte.
Y tu paso es ligero.


Tú, viento de marzo. Cesare Pavese
 23 de marzo de 1950.



© Traducción de Sr. Verle


15.5.17

Pavese: El vicio absurdo (3).


Tienes una sangre, un aliento.
Estás hecha de carne,
de cabellos, de miradas
hasta tú. Tierra y plantas,
cielo de marzo, luz,
vibran y a ti se te asemejan –
tu risa y tu paso
como aguas que se turban –
la arruga entre tus ojos
como recolectadas nubes –
tu cuerpo tierno
un terruño en el sol.

Tienes una sangre, un aliento.
Vives en esta tierra.
Conoces sus sabores
las estaciones, los desvelos,
has jugado en el sol,
y hablado con nosotros.
Agua clara, retoño
de primavera, tierra,
silencio germinante,
tú has jugado de niña
bajo un cielo diverso,
tienes en los ojos su silencio,
una nube, que mana
cual remanso del fondo.
Ahora ríes y sobrecoges
sobre este silencio.
Dulce fruto que vives
bajo el cielo aclararado,
que respiras y vives
esta estación tan nuestra,
en tu silencio aislado
está tu fuerza. Como
hierba vives en el aire
te estremeces y ríes,
pero tú, tú eres tierra.
Eres raíz feroz.
Eres la tierra que espera.


Cesare Pavese
23 marzo 1950. 

© Traducción de Sr. Verle