22.9.20

Cinco poemas de estío (V).

 


V

Aniversario cruel

en fase de creciente

cuál luna de este estío.

Tantos años silente

el amor no guarnece

el sexo necesario

que mantiene apresada

la amistad cuanto menos.

Queda una tolerancia

consabida y acerba

y un discurrir del ciclo

con daño y desconsuelo,

peor…

               sin esperanza.

 

ANIVERSARIO CRUEL.

26/08/2020.

 

 

18.9.20

Cinco poemas de estío (IV).

 


IV

Agosto es el más triste de los meses.

La luz de su atardecer se adelgaza

y sus últimos rayos nos dibujan

unos bailes de minúsculas gotas

del agua dispersada por la hierba.

Cada día se extienden más las sombras

que custodian al viento desde el cauce,

todo queda confuso y temeroso

como un deshabitado corazón

quebrado por las penas más amargas.

 

AGOSTO SOMBRÍO.

23/08/2020.

 

 

 

15.9.20

Cinco poemas de estío (III).

 


III  

Tu añoranza ha crecido con el árbol

que amorosos plantaron tus amigos

en esa tierra abrupta que acogía

inmemoriales perfiles de la muerte.

Revives evocado generoso

en corazones fuertes que han sabido

perderte a ti

                         pendientes tantas cosas

que un anhelo infinito no aquietado

que evacúa las entrañas de mi alma

tu plenitud ni con el  tiempo colma.

 

EN REINO DE DÓLMENES.

19/08/2020.

11.9.20

Cinco poemas de estío (II).

 


II  

Furtivo atardecer

que envuelves en la sombra

el valle de las lágrimas

y dejas encendidas

las crestas de las peñas,

ahogada luz

que devuelve al recuerdo

reposo en la memoria.

La noche se apodera

de todo ensoñamiento

y va borrando el tiempo

hasta surgir la aurora.

Cubierto y gris el cielo

tu nostalgia me aflige

cuando esa solidaria

niebla opaca de sierras

por sus lomas advierte

certeza de tu pérdida.

 

FURTIVO ATARDECER.

18/08/2020.

 

 

 

8.9.20

Cinco poemas de estío (I).


 

I  

Vida  desalejada…

La ladera se abate

mostrando la alquería,

sucesión de cubiertas

que cercenan los pinos.

La distancia conserva

libertad y sosiego

y el rumor cristalino

del silencio del agua

que custodia esa calma

y aviva la memoria.

Se percibe la brisa,

temblorosas las hojas,

que subraya los pasos

del ausente perdido,

solitario recuerdo

con su nombre en el árbol.

Dolorido en el cuerpo

y vacío en el alma,

envejecido y solo,

un transcurrir despacio

del tiempo que perdura

como en un sueño eterno.

 

UNA LEJANÍA CERCANA.

16/08/2020.