8.9.20

Cinco poemas de estío (I).


 

I  

Vida  desalejada…

La ladera se abate

mostrando la alquería,

sucesión de cubiertas

que cercenan los pinos.

La distancia conserva

libertad y sosiego

y el rumor cristalino

del silencio del agua

que custodia esa calma

y aviva la memoria.

Se percibe la brisa,

temblorosas las hojas,

que subraya los pasos

del ausente perdido,

solitario recuerdo

con su nombre en el árbol.

Dolorido en el cuerpo

y vacío en el alma,

envejecido y solo,

un transcurrir despacio

del tiempo que perdura

como en un sueño eterno.

 

UNA LEJANÍA CERCANA.

16/08/2020.

 

 

 

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