7.3.14

L’Estació del Nord.



València, a 22 de octubre de 2008. 11:00 hores.

L’Estació del Nord.

En la espera,
la lectura del diario se distrae
porque una cámara de video profesional te enfoca
y ese ojo invisible que tienes en el cerebro
te avisa o pone en guardia:
Están grabando
la pequeña vorágine de la partida de un convoy.

Sigues el contrapicado de la cámara
y al levantar la vista descubres una estrella,
una estrella roja,
roja miliciana de valencia miliciana:
Una estrella roja de cinco puntas
que corona el dintel
de las puertas de paso
de l’estació del nord.

(para B.)

3.3.14

‘Fuera de Central Park’.


Sr. Verle


(…)
¡Con cuánta rapidez, New York,
has decaído y has venido a menos!
Tal si estuviese en casa me dirijo
al armario a buscar camisas limpias;
tienen estos cajones la misma solidez
que los reyes de España, observadores
de sucesivas cimas decadentes,
metidos ataúdes en sus nichos
como los contrabajos en su estuche...
Nada más que un aliento, el tuyo, lo mantiene
a todo reunido, ánima antes superflua
y sobrenatural en este instante,
el hilo y el discurso de la vida
que hemos ya recosido más de cincuenta veces.
(…)
El sol que nos conforta brilla sobre el artista,
sobre el mismo académico que hizo nuestro edificio...
(Él sigue repitiendo su Mont – Saint - Victoire.)
¿Por qué un paisajista no puede alguna vez
salir de Central Park?
¿Ha de tener el tema de su obra, su cárcel,
delante siempre de su nariz misma?
«Tras de tanto sufrir (tú así dijiste),
caigo en la cuenta ahora de que apenas podríamos,
así, de cualquier modo,
haber sobrevivido más que uno o dos años.»

Robert Lowell, ‘Fuera de Central Park’ [fragmento].

Versión L. J. Moreno