Brigitte Lahaie (by google)
El dolor, nos cambia el tiempo con dolor.
Lo somete y lo encauza
a ritmo terapéutico,
lento, distante… ajeno.
Doloso daño
que soledad anula y compañía veda,
sufrientes pensamientos no pensantes,
silente llanto que el pesar anega.
Interminables horas impacientes,
con el cuerpo sajado
inútil duermevela.
Perdido en el periodo del dolor
todo al instante espera.
Y llegas tú,
luminosa cual la luna de otoño,
mi enfermera de noche,
mi enfermera.
Indolora frecuencia programada,
tu sonrisa me sana
y tus manos me salvan:
minutero hipodérmico
con el que empiezo a computar mi tiempo.