2.8.11

Ángel azul

Reencuentro breve.

a M.


Este escondido amor,

dormido estaba en la memoria leve,

contigo se despierta.

Tan ajados dejó los días de mi otoño

que el corazón, asaz desconfiado,

no revive la dicha de feliz coincidencia.


Tu respuesta de encuentro

lacera silenciosa mi piel y mi recuerdo.

Tu desamor ahora,

cual tempestad de invierno,

inútil quebraría como árbol secado,

mi alma para siempre.


¡Continuas tan bella,

asmodea princesa de mis sueños!

Largo temblor de besos escindidos

tu cabello dibuja esa faz tan querida,

añorante deseo que conduce a tu boca,

esos labios tan calmos que mi sed no apaciguan.


Me negarás tus senos

y el abrazo se pierde lejana tu cintura

apagando cual lluvia mis tibios sentimientos.

Mi ansia no confina tu cuerpo inaccesible

y tus ojos, hermosos ojos grises,

traducen en jirones mis tenues esperanzas.


El tiempo, con su curso, cicatriza

los amores perdidos y su herida,

ajena se resiente a los cambios del tiempo.







31.7.11

Verde que te quiero verde

Ninfa.

a S.


Aunque tu silencio no implique cobardía

prefieres, desdeñosa, no darte por vencida

y sin palabra escrita combatir más mi dicha,

avergonzada, esperas, por resultar explícita.


Aunque fue sólo un brote de esperanza postrera,

yema que, florecida, anuncia primavera

en algún viejo tronco de rajada madera

que amor despojará de una inútil espera.