13.12.21

Parker en Dial.

 


Charlie Parker en Dial.

El bebop, la música que llevó los elementos del swing a un nivel de abstracción hasta entonces inimaginable, se gestó en las sesiones a que se entregaban Parker, Dizzy  Gillespie, Thelonious Monk, Kenny Clarke y otros músicos en pequeños locales de la calle 52 de Nueva York hacia 1942. Durante varias legendarias sesiones de madrugada en el club Minton´s Playhouse y otros en la calle 52 de Nueva York germinó el estilo que terminó impulsando al jazz hacia una vertiginosa espiral de creatividad que lo convirtió en la música clásica del siglo XX.
El bop fue una bomba contracultural que sacudió los cimientos de la sociedad americana de posguerra, una sociedad ilusionada y con ganas de descubrir nuevos horizontes después de la tragedia guerrera. No obstante, nada hubiera sido lo mismo sin una figura descollante, un artista genial que sirvió de referencia para esta radical redefinición del jazz que cambió para siempre la manera de tocar de los músicos y la manera de escuchar de los aficionados. Charlie Parker, arquetipo del músico impredecible castigado por las drogas y el alcohol, poseyó el don divino de la creatividad que unido a una asombrosa técnica le permitió alcanzar las más altas cimas de la expresividad alcanzando sin duda alguna el olimpo de figuras históricas. Y todo ello pese a su tortuosa vida salpicada de escándalos y su penosa muerte prematura a los 35 años.
La nueva forma de arte tuvo en una fecha, el 26 de noviembre de 1945, y en un nombre, Charlie Parker´s Reboppers, algo parecido a su acta fundacional. Acompañado, entre otros, por Dizzy Gillespie, Max Roach y un joven Miles Davis, Parker grabó varios temas entre ellos ‘KoKo’ (ver otra entrada). Todos, originales suyos basados en estructuras sencillas pero diabólicamente ingeniosas, son muestras de su revolucionario sentido del ritmo, de su talento como compositor y de su personalidad única como improvisador, el de alguien incapaz de repetir el mismo solo dos veces -como demuestran las tomas alternativas- ni que le fuera la vida en ello.
 Parker desarrolló su estilo en sesiones posteriores y sus acompañantes en el viaje del bop  fueron cada vez más capaces de seguirle hasta convertirse en inventores del bebop en sus respectivos instrumentos. Max Roach fue el mejor aliado de la rítmica dislocada de Parker, Duke Jordan y Bud Powell desarrollaron un nuevo canon para el piano y Miles Davis adquirió la confianza necesaria para dar las primeras muestras de su gran talento como compositor, mientras que Dizzy Gillespie ya volaba a una altura inalcanzable desde el primer día.
En febrero de 1946, el dueño de una tienda de discos de Hollywood, Ross Russell, firmó un acuerdo con el entonces Charlie Parker de 25 años. Durante la mayor parte de los próximos dos años, el saxofonista produjo muchas de las grabaciones que se consideraron como su mejor trabajo, y algunas de las improvisaciones de jazz más notables y más memorables de todos los tiempos (con la composición en el reverso de un sobre jamás traducida en disco).
La compañía Dial Records fue fundada por Russell en Hollywood ese año 46. Las grabaciones de Charlie ‘Bird’ Parker para este sello se encuentran entre lo más imprescindible de su producción, de una importancia solo comparable a la de las Savoy o las Verve. Parker estuvo rodeado de músicos creativos en este período, pero a veces sonaba como si pudiera dar un sermón completo sobre las posibilidades de la nueva forma de bebop él solo.
Charlie Parker produjo su mejor trabajo después de firmar el acuerdo con Ross Russell  y el trato de Parker con el dueño de la tienda de discos fue un momento decisivo para el saxofonista.  Russell eventualmente se convirtió en el biógrafo de Parker (no siempre estrictamente preciso). Pero fue como productor de su propio sello Dial como realizó su mayor servicio a la música del siglo XX, dando a Parker sus socios ideales (Dizzy Gillespie, Miles Davis, Max Roach, Bud Powell, Erroll Garner, Ray Brown, J.J. Johnson, etc.), las mejores condiciones de grabación y manos libres para hacer lo que le gustaba.
El saxofonista alto se graba con varias configuraciones como intérprete y director de banda con los grandes músicos de jazz citados. Charlie Parker se basa en sus raíces y ritmos punzantes de la escena de jazz de Kansas City y hace también una profunda declaración de la existencia del blues en la tradición del jazz.
Los dos volúmenes  reseñados abajo contienen todas las tomas elegidas de las 8 sesiones registradas, con algunas perlas como la Jam Session grabada en la casa de Chuck Kopely en Los Ángeles o varias tomas alternativas escogidas, de las cuales la más interesante desde el punto de vista histórico es la del famoso ‘Alto Break’ de ‘Night In Tunisia’. Famoso ejemplo de la cantidad de música que Bird podría incluir en cualquier oportunidad es su pasaje después de la presentación del tema de ‘A Night in Tunisia’, un fragmento fascinante simplemente acreditado en los anales del jazz como ‘The Famous Alto Break’ (*).


Las grabaciones de Dial entre el 28 de marzo de 1946 y el 17 de diciembre de 1947 muestran a Parker con los principales experimentadores jóvenes de bebop de la época. En las primeras sesiones se puede escuchar a ‘Bird’ al lado de músicos de sesión de la costa oeste (aparte de un jovencísimo Miles Davis con 19 años en la trompeta) interpretando auténticos clásicos de nuevo cuño, en su mayoría basados en estructuras básicas como el blues o los standards de Tin Pan Alley. Las últimas grabaciones indican cuán completamente Parker había dominado su oficio. Su técnica se adaptó perfectamente a la deslumbrante velocidad con la que podía improvisar melodías frescas, cambiar acentos y énfasis rítmicos de chorus en chorus, y enganchar nuevas líneas sorprendentes de su voluminosa biblioteca mental de frases y temas. ‘Bird’ reconstruye a su antojo su herencia musical, fabricando nuevas líneas melódicas que transcurren con una abundante profusión de certeras notas sobre bases armónicas conocidas y a un tempo generalmente endiablado.
Y puesto que ésta es música hecha con las entrañas, entre estas sesiones los acontecimientos de la vida de Parker quedaron marcados a fuego en sus grabaciones. Y también abarcan los extremos del clima emocional y los recursos físicos de Parker. Su estado de salud tocó fondo el 29 de julio de 1946 durante una sesión que no completó, pero en la que se encuentra una pieza especialmente dramática y de un enorme interés histórico: la famosa interpretación de ‘Lover Man’, soliloquio incoherente pero apasionado (grabado cuando el saxofonista agotado y adicto apenas podía sostenerse, y mucho menos tocar), donde el oyente atento puede casi palpar el tenso ambiente reinante. En julio de 1946, el hábito de heroína de Parker y su estilo de vida caótico lo alcanzaron de lleno. La droga era más difícil de encontrar en Los Ángeles, y el saxofonista había bebido un litro de whisky antes de la sesión de julio como alternativa, con Russell sosteniéndolo en posición vertical frente al micrófono logró grabar, en estado prácticamente comatoso, una terrible y bella versión de ‘Lover Man’, quizás la prueba más hiriente de los demonios que le acompañaron en su vida.  Bird’ improvisa de una forma caótica, entrando a destiempo y desafinando de una manera completamente inusual en un músico de su calibre. Los músicos que le acompañan se miran unos a otros y tocan con poca convicción, seguros de que la toma no es válida debido al estado catatónico de su líder. Pero si la interpretación de Parker tiene una fluidez no habitual y una simetría extraña, su inestabilidad y fragilidad expresan verdades diferentes, el gran compositor Charles Mingus pensó que esta actuación era magnífica, a pesar de todos sus defectos. John Gennari, autor del libro Blowin‘ Hot and Cool: Jazz and Its Critics destaca que “su versión desgarradora y angustiada… ha sido llamada la más poética exposición registrada por Parker“, sin embargo, dice Gennari, el propio Parker la vio de calidad inferior y susceptible de amenazar con violencia física contra Ross Russell, el productor de discos de Dial, si la incluía.
Después vienen otros temas y después el colapso de Parker, que se desploma en el estudio de grabación. Aquella noche Parker deambuló por el vestíbulo de su hotel desnudo, prendió fuego a su colchón en una habitación del Civic Hotel de Hollywood que estalló en llamas. Parker, bajo los efectos del fenobarbital, fue maniatado, arrestado y enviado a la cárcel del condado, desde donde daría con sus huesos en el hospital mental estatal de Camarillo para una cura de desintoxicación. Internado durante seis meses en el sanatorio salió en una inmejorable forma.
El resto de sesiones son magníficas, ya que después de su estancia en Camarillo, ‘Bird’ vivió una época de cierta estabilidad mental. Cuando salió, limpio, grabó la canción ‘Relaxin' at Camarillo’ en referencia irónica a la experiencia. Pura historia del Jazz.
Pero, en Nueva York, Parker no permaneció relajado por mucho tiempo. Aún le quedaba un año de esplendor. De vuelta en Nueva York y con la aureola del mito sobre su cabeza, comenzó a buscar músicos para formar un quinteto estable. Miles Davis, era una opción clara para la trompeta. Una sólida sección rítmica formada por Duke Jordan al piano, Tommy Potter al contrabajo y el sensacional Max Roach a la batería completó un combo que contribuyó como ninguno a engrosar la leyenda. El ‘Bird’ de estas grabaciones es un músico relajado, en plena forma tanto mental como física, que vuelca toda la intensidad de sus emociones en su magistral improvisación. Miles Davis elabora sus solos generalmente en registros medios, especialmente en las baladas, donde demuestra que puede haber inspiración donde no hay pirotecnia (este es uno de los hallazgos de Davis que le convirtieron en mito por derecho propio). Max Roach transforma, con su acompañamiento y sus solos, la forma de entender la batería moderna.
Un legado musical incomparable. Imprescindible.

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(*) En la sesión grabada por el Charlie Parker Septet el 28 de marzo de 1946 en Hollywood para Dial Records.
Personal: Charlie Parker (saxo alto), Miles Davis (trompeta), Lucky Thompson (saxo tenor), Dodo Marmarosa (piano), Arv Garrison (guitarra), Vic MacMillan (bajo), Roy Porter (batería).

Forma parte de las “Complete Charlie Parker on Dial” que son las grabaciones de 1946-1947 del saxofonista y compositor de jazz Charlie Parker para Dial Records. También conocidas como “Charlie Parker. The Legendary Dial Masters”.

VOLUMEN 1: Diggin´Diz - Moose The Mooche - Yardbird Suite - Ornithology - Night in Tunisia - Max (is) Making Wax - Loverman - The Gypsy - Bebop - This Is Always - Dark Shadows - Bird´s Nest - Cool Blues - Relaxin´at Camarillo - Cheers - Carvin´The Bird - Stupendous - Dexterity - Bongo Bop - Dewey Square - The Hymn - Bird Of Paradise - Embraceable You - Bird Feathers.
VOLUMEN 2: Scrapple From the Apple - My Old Flame - Out Of Nowhere - Don´t Blame me - Drifting on a Reed - Quasimodo - Charlie´s Wig - Bongo Beep - Crazeology - How Deep Is the Ocean - Blues #1 - Blues #2 - Yardbird Suite (Kopely Version) - Lullaby In Rythm 1 & 2 - Home Cooking 1 & 2 - Yardbird Suite (Alternate) - Night In Tunisia (Famous Alto Break) - Cool Blues (Alternate) - Relaxin´at Camarillo (Alternate) - Bird Of Paradise (Alternate) - Scrapple From the Apple (Alternate) - Out Of Nowhere (Alternate) - Driftin´ On a Reed (Alternate) Bongo Beep (Alternate).

Personal: Charlie Parker (saxo alto), Dizzy Gillespie, Howard McGhee, Miles Davis (trompetas), Lucky Thompson, Wardell Gray (saxos tenor), JJ Johnson (trombón), Arv Garrison, Barney Kessel (guitarras), George Handy, Jimmy Bunn, Erroll Garner, Dodo Marmarosa, Duke Jordan (pianos), Ray Brown, Vic MacMillan, Bob Kesterson, Red Callender, Tommy Potter (contrabajos), Stan Levey, Roy Porter, Doc West, Don Lamond, Max Roach (baterías)

Sesiones grabadas en Nueva York, Hollywood y Los Ángeles, 1946-1948

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Fuentes:

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