5.6.09

Final de partida y tiempo de silencio


Cuando llega este día cada año siempre piensas como fatigan los blogs.
Algunos reflejando esas tragicómicas relaciones a lo Beckett: varón-hembra, padre-hijo, amo-esclavo, hombre-perro... Y otros incólumes. Serios, honrados. Como el de Bartleby. ¡Va por Ud.!


“No es fácil escribir en un blog lo que nos interesa en cada momento, ya que escribirlo no es lo que nos interesa”. (Thoreau)


Hay otra feria del libro. La que prefiero disfrutar. La del librero que, aliviado de la venta de novedades por las casetas oficiales, puede, si penetras en su vieja librería, enseñarte y aconsejarte sobre descatalogados y restos de series.
Buscando algo sobre Duchamp, me enjareta el vendedor hacia una estantería polvorienta donde encuentro un caduco número de la revista ER, editada por los catalanomaternos Tous y Fanés. Y héteme aquí que contiene, aparte de un 'Duchamp' por Trías, un irónico artículo de Azúa sobre la ironía y otro del propio Fanés sobre Benet, amén de ensayos sobre la memoria en boga, disculpa temática del monográfico.
Editar Bartleby en el Nickjournal la portada del otro miércoles (jo, iba a decir del otro jueves) y relacionar Benet con Azúa fue subconsciente. (U otro pequeño homenaje a otro nick).
Bartleby, aquí le digo, en estos tiempos de tergiversaciones y querellas, algunos querrían hacer bueno el (leído en ER) cinismo de: "que suerte que hubo guerra civil, porque así tenemos libros tan buenos como los que escribió Benet sobre ella".
Por fortuna, una media verónica del antitaurino Vicent el sábado en Babelia, dejó el toro en suerte: Benet, "es un escritor con discípulos y comentaristas, sin lectores". Y es que era mejor escritor Martín Santos. Aunque siempre haya un benetiano de guardia (sobre los luceros).
¿Como Ud.?

P.D. Como también me endilgó el librero las actas de unas pasadas jornadas sobre (¡no!) Wittgestein, me voy a la cabaña a estudiarlas y no sé si va a ser capaz Ud. en julio de sacarme de mis casillas, ahora que mi infelicidad se funda sobre la total carencia de acontecimientos.
Como dice el verso de A. Colinas: "Nunca me iré de aquí, aunque me vaya."




2 comentarios:

  1. Veo que compra usted optimismo en librerías clandestinas. Agradecido (en fórmula antigua) por la parte que me toca. Y vaya por delante una felicitación por lo que deduzco su cumpleaños tácito.

    Me mordí las teclas para no incluir a Martín Santos en el santoral tan estrecho como obvio de la literatura de posguerra. Efectivamente, rompió las costuras e inventó mientras Benet nos recordó con una minuciosidad grandiosa nuestro destino de generación encerrada en exilios interiores sin auxilio posible. Salvo la grandeza que nos brindó como pasaporte, aunque siempre de ida y vuelta.

    En cuanto a quién es el mejor, apliquemos la anécdota de Martín Santos cuando entró en la ejecutiva del PSOE, en 1957, y propuso la colaboración con comunistas y sindicatos "por un mismo objetivo: destruir la dictadura. Luego ya veremos quién fusila a quién". El tiempo ha indultado a los dos como aforados que son, mientras nosotros seguimos fusilándonos devotamente.

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  2. Bart:
    Gracias y enhorabuena por el disputado conseguido. El nacionalismo español va a Europa.

    Ya sabe Ud. lo fácil que se 'fusilaban' los novelistas. Casi tanto como los poetas.

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