12.8.15

Ojos sin hojas (4).


IV

Amiga,
¡no!

Permite que el silencio
saje
esa oscura memoria de aquel tiempo que tu cintura atrapa
y traspase
la herida piel de fracasados besos,
los límpidos diamantes de las lágrimas.

Ya no importa...

El bálsamo
envuelve este dolor
que, trémulas, tus lunas me toleran
y solitario
de tus manos se evade mi deseo.

OLVIDO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario