26.11.21

11.305 días.




Once mil trescientas cinco jornadas exiguas
mal compensan la herida de no tenerte próximo.

Visito muchas tardes las piedras que te cubren
talladas en dolores y lavadas en llanto,
y te recito un verso escrito en tu agonía
añorante de abrazos y de sonrisas huérfano.

Invoco tu memoria taciturno ante el árbol
y un pájaro, con trinos, en mi mente te acerca:
te imagino en tus sotos con tu torso desnudo
recogiendo frambuesas entre frutales jóvenes.

Pero tu tenue efigie escapa temblorosa,
ya no habrá quien construya con amor tu bohío...

Once mil trescientas cinco jornadas exiguas
compensan mal la herida de no tenerte nunca.

09/03/2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario