14.10.19

Último beso.


'El deseo de luz produce luz' 
S. Weil.

Abrazado a tu cuerpo se me va de las manos
llanto a llanto, impotente,
gota a gota, sangrante,
hora a hora, sufriente
en esa corta vida que llevas de equipaje.

-No tengas miedo-
te digo dulcemente al despertar de ese doliente sueño
que te ha herido en el alma,
colaterales daños que sajan tu costado con lacerante daga.

No temas a esa creciente sombra
pues la luz de tu mente,
como un mar infinito de azules fulgurantes,
al corazón te acerca, tan suave como un beso,
la paz que necesitas.

-No tengas miedo… niño mío-
te salva mi palabra.

Para L.
[29/10/2014]

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