4.12.25

Chantepleure

Una ‘CHANTEPLEURE’ es una regadera de terracota, de origen medieval y francés, que quiere imitar el efecto de la lluvia sobre las plantas.

La voz ‘chantepleure’ estaría a caballo entre cantar y llorar.

Origen de chantepleure en Frances: chante (chanter) + pleure (pleurer)

(En francés así mismo sería: Tristesse profonde et mélancolique).

Es, pues, un término francés que designa el nombre de un recipiente bulboso, fabricado principalmente en cerámica, que se utiliza para regar las plantas. Tiene muchos pequeños orificios en la parte inferior. Una vez lleno, se evita que el agua se derrame colocando el pulgar sobre el recipiente y se empieza a verter al soltar la abertura.

‘Chantepleure’ es también el grifo de madera de un barril de vino, que «canta» (chirría) cuando se gira o se abre y «llora», por así decirlo, cuando el vino sale (en francés, chante et pleure = cantar y llorar). Este grifo de madera es también el símbolo de una cofradía del vino en Vouvray, en el Loira, llamada Confrérie de la Chantepleure.  

 

 

De manera similar en castellano tendríamos otro término, Cantimplora, del cat. cantimplora. DEL. Joan Corominas ‘Breve diccionario etimológico de la lengua castellana’. Cantar + Plorar (llorar).

Sin. Caramañola, un tipo de cantimplora. Del fr. carmagnole, y este de Carmagnola, ciudad del Piamonte. DEL.

14.11.25

Skeleton Tree.

Skeleton Tree.

 

 (Sólo aquellos que han perdido a un hijo saben la clase de dolor irreparable al que se enfrenta uno). 

 

Después de 1997 el músico australiano Nick Cave se tomó un descanso para recuperarse de la adicción a la heroína y el alcohol que lo afligía desde hacía más de veinte años. Durante ese período conoció a su pareja actual, la modelo británica Susie Bick. Se casaron en 1999 y tenían una pareja de gemelos, Arthur y Earl Cave.
 
El decimosexto álbum de estudio y último disco de Cave con The Bad Seeds,Skeleton Tree’, comenzó su grabación a finales de 2014, con varias sesiones hasta comienzos de 2016, bajo la producción de Nick Cave y de Warren Ellis. Las primeras sesiones fueron realizadas en Brighton, Inglaterra.
En julio de 2015 durante esas sesiones, Arthur, el hijo de Cave, falleció al caer de un acantilado cerca de Ovingdean Gap, con quince años de edad y después de haber ingerido LSD.
Las sesiones fueron retomadas en Francia. Y las últimas sesiones de grabación tuvieron lugar a comienzos de 2016 en Londres, donde fue también filmado el documental ‘One More Time with Feeling’, dirigido por el cineasta neozelandés Andrew Dominik.
En Septiembre de 2016 lo hemos conocido. 

Nick Cave & The Bad Seeds – Skeleton Tree (2016) 
FULL ALBUM    (Official Audio)

 
* * *

De ‘Skeleton Tree’ se ha dicho en Internet que es un “disco de una belleza impresionante, de dolor esparcido, a veces directo, a veces alegórico”, que “gira entre el adormecimiento desconcertado y la desgarradora profundidad”. O tópicamente, que “este álbum es, por encima de todo, un estado de ánimo, la tabla de salvación a la que aferrarse”. En definitiva, “un disco lleno de heridas que jamás sanarán. Imperfecto y dolorido”.

La decisión de Cave de convertir su propia tragedia en ejercicio artístico, es vista por algunos como una discutible explotación del dolor. No puede negarse en estos sucesos, una cierta capitalización del desamparo que a todos nos atañe en nuestro caso. Pero es que, incluso cuando se cree que ya nunca lo vas a hacer, hay circunstancias que te pueden cambiar radicalmente.

Aunque sin duda, en ‘Skeleton Tree’ hay un intento de Cave por tratar de entender. Ante el piano, Cave puede exorcizar sus fantasmas con letanías recitadas y melodías rotas y desestructuradas. La presencia de la ausencia sobrevuela en un Cave que busca algo de consuelo.
“Nos dijeron que nuestros dioses nos sobrevivirían / Nos dijeron que nuestros sueños nos sobrevivirían / Pero nos mintieron”, dice Cave en el disco.

Merece la pena recrearse en el último tema del disco, el que da título al álbum. Imprescindible.


“Está en mí, pero ya no vive” NC.
El tiempo no cura pero anestesia.



)

31.10.25

La cigarra y la hormiga.

 [© foto del autor]

 
 
Existe, de hace pocos años, en Internet una versión actualizada de la fábula de ‘La cigarra y la hormiga’ atribuida a Esopo y recreada por La Fontaine y Samaniego.

La hormiga trabaja todo el verano y se aprovisiona de víveres para el invierno. Por el contrario, la cigarra se lo pasa cantando, bailando y riendo. Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su hormiguero donde tiene todo lo que le hace falta hasta la primavera.
Pero pongamos que la hormiga es una codiciosa trabajadora cuya intención es almacenar mucho grano de la sementera, aprovechando que la cigarra sólo toma lo que realmente necesita.  Pongamos que la hormiga utiliza la astucia para acaparar bienes sin descanso y luego especular con ellos. 
Pongamos que la cigarra canta para alegrar el ánimo a la hormiga y espera que ésta sepa agradecérselo y la cigarra entiende que en la vida hay que trabajar para vivir y no vivir para trabajar.
A la hora de la verdad cuando se recrudece el invierno, la cigarra, sin comida y sin cobijo, ante la negativa de la hormiga a prestarle ayuda y la recriminación por haber pasado el verano holgazaneando, organiza una rueda de prensa en la que se pregunta por qué la hormiga tiene derecho a vivienda y comida cuando quiere, cuando hay otros, con menos suerte que ella, que tienen frío y hambre.

Los ciudadanos se sorprenden de que en un país tan prospero como el suyo dejen sufrir a la pobre cigarra mientras otros viven en la abundancia. Hay manifestaciones delante de la morada de la hormiga. Los periodistas pergeñan una serie de artículos en los que cuestionan como la hormiga se ha enriquecido a espaldas de la cigarra e instan al gobierno a que aumente los impuestos de la hormiga de forma que las cigarras puedan vivir mejor.

Los impuestos de la hormiga van aumentando y además le llega una multa porque no contrató a la cigarra como ayudante en verano. Las autoridades embargan el hormiguero, ya que aquella no tiene suficiente dinero para pagar la multa y los impuestos. La hormiga abandona el país…


*

En la actualidad, en que la lucha por la vida se ha acrecentado sobremanera, vuelve a verse el sentido didáctico de la historia tal y como hoy transcurre de verdad: el trabajo de la hormiga, como antes, se ve recompensado con su supervivencia, aunque este trabajo tenga que pasar, por necesidad, incluso por la depredación de la cigarra, cuya imprevisión se paga con la vida.

Y es que cuando la cigarra se acerca al hormiguero despreocupada, las hormigas se la comen.

 
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24.10.25

Edificios ‘tiovivo’

 Edificios ‘tiovivo’.

La construcción de edificios que pueden moverse sobre sí mismos, girando mediante sistemas mecánicos complejos, quiere representar una visión innovadora que podría combinar tecnología y creatividad. Estos proyectos, de complicada ejecución material, como los rascacielos giratorios en Dubai que están en fase experimental (*), o los de viviendas que siguen la trayectoria del sol, ‘girasoles’, desafían las nociones convencionales de estabilidad y estética, y en ese sentido no pueden considerarse parte de la arquitectura canónica, proponiendo en cambio, desde la ingeniería, unas edificaciones dinámicas que, en el ámbito de la innovación, tendrían el potencial de convertirse en referentes ingenieriles si logran integrar aspectos culturales y estéticos de manera perdurable. Además, también existen inconvenientes asociados a estos edificios en términos de sostenibilidad real. El consumo energético adicional en la fabricación de sistemas mecánicos y motores, el mantenimiento técnico, y la gestión de las instalaciones en movimiento, la propia fabricación de componentes especiales y la infraestructura necesaria para soportar estos movimientos puede requerir recursos adicionales y generar impactos ambientales serios. A los que hay que añadir el propio impacto que, como artefactos artificiales, conllevan.

 

(*) https://www.youtube.com/watch?v=iY0Uuyf8Xhw&t=82s

Desde 2008, el arquitecto David Fisher, de Dynamic Architecture, viene trabajando en el proyecto de crear torres o rascacielos que giren sobre sí mismos. 

Esa propuesta, que se está vendiendo porque desafiaría (sic) las leyes de la física, se llevaría a cabo, teóricamente, cuando las torres completen un giro de 360 grados en menos de dos horas. Eso parece que facilitaría su estabilidad y evitaría que los inquilinos percibieran la rotación. Sin embargo, el proyecto no se espera a corto plazo. Las enormes dificultades técnicas hacen que sea una propuesta para áreas con gran poder adquisitivo.

 Y como dictum profesional, no todo lo que proyectan los arquitectos es arquitectura. (Excepción de la Villa Girasole (circa 1930) del arquitecto Angelo Invernizzi cerca de Verona).



 

8.10.25

Huevos de Pascua.


En días pascuales de ayuno y abstinencia, releo dos descripciones gastronómicas en Sándor Márai, de disímil forma expresiva y contenido ajustado al respectivo leitmotiv de cada narración y que hubieron llamado mi atención en su momento y que, a raíz de otra lectura, uno rememora aquí.

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“Se quedaron mirando la imagen del comedor, con la sala de estar al fondo; los muebles enormes guardaban todavía el recuerdo de aquellas horas (…) ¿Qué servirás a tu invitado?
-Trucha -respondió Nini-. Sopa y trucha. Carne poco hecha y ensalada. Gallina de Guinea. Helado flambeado.  Hace diez años que no lo  hace el cocinero. Me imagino que le saldrá bien –dijo, un tanto preocupada.
- Vigílalo tú, así saldrá bien. Aquella vez también serviste cangrejos- dijo muy bajo, como si hablara sólo para sí.
-Sí –respondió con calma la nodriza-. A Kristina le gustaban los cangrejos. (…)
-Cuida los vinos –dijo el general, (…) Da orden de que suban el Pommard del año noventa y ocho. Y el Chablis, para el pescado. Y una botella del Mumm, del viejo, una de las botellas grandes. (…)
-¿Qué quieres de ese hombre? –preguntó de repente la nodriza.
-La verdad –respondió el general." 

La opípara cena aristocrática tendrá lugar en un castillo húngaro en 1940 y todo convergerá, en la novela, en un duelo sin armas entre anteriores amigos, un ajuste de cuentas cuyo punto en común es el recuerdo imborrable de una mujer y una cacería. Ambos han vivido a la espera de este momento, tras cuarenta y un años y cuarenta y tres días, pues entre ellos se interpone un secreto de una potencia tan extraordinaria como para haberles cambiado la existencia. Es su último encuentro. 
Márai, Sándor (2010).- El último encuentro. Ed. Salamandra. Barcelona.


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   “Sin embargo, en aquel encierro hay un elemento tranquilizador (…) Saben que eso es el asedio. El edificio aún sigue en su sitio, (…)
   Los alimentos aún abundan. Todos tienen más de lo que necesitan. En los fogones comunales hierven cacerolas de la mañana a la noche, como si prepararan un banquete nupcial o funerario en el infierno. Por el aire cargado se extiende el aroma y el sabor de platos apetitosos, en una cazuela chisporrotea manteca de cerdo, cuyo aroma se entremezcla con el rancio olor del repollo. (…)
   Erzsébet está instalada cómodamente en su rincón. A veces se acerca al fogón, calienta algo para su propio consumo en el hogar común. Tiene bizcochos, conservas, en una bolsa de papel ha traído un kilo de guisantes y habas. (…)
   El asedio es una realidad y sigue una especie de orden interno y externo. El asedio existe en la ciudad y en el refugio. Reconocer este hecho, esta realidad, es lo único que da consistencia y razón a la vida.” 

   Sin ser una de sus obras maestras, este texto, de escritura coetánea a los hechos novelados y que permaneció inédito hasta más de una década tras su suicidio, se desarrolla con oficio a pesar de la urgencia de su redacción y posee un esqueleto narrativo al servicio de su argumento dramático: la transformación espiritual de la protagonista por la ‘dación en pago’ a la que se ve forzada.
   Budapest, enero de 1945. Sitiada por las tropas soviéticas, mal defendida por los nazis y sus aliados, los fascistas húngaros, la ciudad se derrumba física y moralmente. Abandonada por las legaciones diplomáticas, se encuentra en situación dramática. Escondidos y hacinados en sótanos sus habitantes civiles, salvo muchos judíos, permanecen esperanzados en su liberación o escépticos frente al futuro incierto, aferrados en todo caso a lo que la vida les va deparando.
   Rito o rutina, la gastronomía, aún la de guerra, allí también tiene lugar. 
 Márai, Sándor (2012).- Liberación.Ed. Salamandra. Barcelona.


[Bundesarchiv Bild 101I-680-8285A-06]

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