25.9.17

Tiempos de un verano cruel (y 4).


Noche lunar. Se ha perdido mi estrella
hasta un amanecer oscurecido
que asciende de los pozos de la nada.

El cerezo que encara el norte él solo,
madera que crepita tras cortarla
preludio de cenizas y de humo.

Sombras de roquedales donde anidan los buitres,
infierno mineral que hurta el día
a un corazón segado de tinieblas.

El sol funde la vista en el espejo,
las horas se desvisten de algodones
y heridas penetrantes las rodean.

Gotas de luz parpadean los árboles,
entristecido llanto
ese ocaso
        del que tú ya no vuelves.

 DE MEDIANOCHE A MEDIANOCHE.
Agosto 2017.



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