¿A quién se le ocurre nacer el mismo día que Velázquez y García Lorca?
Te quedas desde ese momento sin lugar en la vida.
Congelado en un plano americano [yo nací (perdonadme)… con el cine], sabiendo que nunca te enfocarán en un contrapicado primer plano como a Ingrid Bergman.
Te quedas desde ese momento sin lugar en la vida.
Congelado en un plano americano [yo nací (perdonadme)… con el cine], sabiendo que nunca te enfocarán en un contrapicado primer plano como a Ingrid Bergman.
Sobre todo si, al final, recalas en la blogosfera.
Hasta que no empiezas a escribir, escribir parece
la cosa más gratuita, casi la más improbable. Después llega un momento en que
uno se da cuenta de que está obligado a escribir. Y uno siente desasosiego
cuando no ha hecho, casi cada día, el gesto tan narcisista de llenar la
‘página’ en blanco.
En realidad se escribe para esconderse uno mismo
bajo su propia escritura. Para que la vida quede absorbida en ese rectángulo de
papel o plasma.
Pero la vida nunca se pasa a ese universo de ‘dos’
dimensiones, siempre continúa fuera de allí.
Efemérides: Aniversario en fin, que no onomástica.
Deberíamos consolarnos ¡ay! con el horóscopo del quindenio que falta:
“Mercurio, asediado por Urano, crea volatilidad.
Beneficiosa influencia de la Luna nueva.
La Diosa Fortuna anuncia triunfo, el Sol, autoconfianza y Venus… rosas rojas”.
Aunque a estas alturas del cuarenta de mayo: Dios ha muerto, los Marx están muertos y yo mismo ya no me siento muy bien.
Por muchos años, hombre!
ResponderEliminarGracias amigo.
Eliminar