23.6.24

Estrategias




Senhor Simão et al.

Reposo obligado vacacional campestre y comprobación de otras estrategias alternativas que el sistema tolera, porque desprecia por débiles o mejor por inocuas.

El Sr. António no se tiene por nada, pero si hay una persona sustentable, en estricto sentido, creo que sería él. Vive solo y sólo de la huerta de su tapada y sus animales. Con pocas necesidades materiales salvo su supervivencia natural, así, consume lo que produce y vende su excedente. Lo transporta en carreta tirada por un semoviente, del que aprovecha su estiércol. Sus judías verdes, sin mixtificaciones, no tendrían precio si las descubre un Adrià. La polla (con perdón) de corral, auténtica, que accede a venderte cuando otras comienzan sus puestas, es uno de los manjares que vislumbras por qué aquella tía rica se la regalaba a tus padres en navidad para demorar otras deudas suyas.

Otro enfoque que va proliferando es el que practica el Sr. Simão en su quinta. Intercambia, con justeza, alambradas por botellas de bagaço o tomates por higos y así se pueden preparar sopas complementariamente en cocinas distintas. Pero llevando el trueque más lejos, por importantes gestiones profesionales la única forma de pago que te ofrecía a cambio, era la dación de un cordero lechal, adecuadamente despiezado, que estuviste a punto de rechazar porque él no hacía más que denominarlo ‘borrego’. Y cuyas piernas, paletillas y chuletillas resultaron lo más exquisito que has comido jamás.

Con estrategias como éstas, no te apesadumbra tanto la crisis que los economistas te tratan de explicar mientras dabas cuenta de esos alimentos que, como bendición, vamos a comer. 

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