En esta retraída primavera
el alba envuelve, gélidas, las sierras
y el viento porta nubes tamizantes
de la luz que culmina el mediodía.
Los frutales floridos, las frondosas
cubriéndose de hojas de diverso
tamaño con matices de esmaltes y
luminosas tonalidades verdes,
en paz por el silencio no turbado
o la calma que anhela soledades:
la soledad amiga que acompaña
el efugio de mi alma atormentada
rodeado de lilas argentinas.
Tras de cada palabra hay una pérdida,
detrás de toda imagen, un deseo.
EL DESEO Y LA PÉRDIDA.
[14/04/2017]
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