2.11.21

Pequeño cuaderno de bitácora (2).

 
- Día 14º.-
Confiar en la opción más benévola, que por supuesto no es gratis tampoco. Conocer el peligro, propio o ajeno. Compartirlo es otra cosa.
Tratar a gente de otro mundo, ‘otros’ mundos ¿qué depara?
Un apretón de manos del nieto del hechicero. Buenos deseos que por la tarde se desvanecen tras la mudanza.
- Día 15º.-
Poco descanso, mucha espera. ¿Podrán resolverse algunos negocios desatendidos por mor de las circunstancias?
Solidaridad de gente de bien ¿podemos esperarla?
- Día 16º.-
Las pruebas no confirman ni desmienten la apreciación, que puede ser peor.
Un poco de tranquilidad le ayudaría, pero a los demás nos aumenta la tensión. ¿Cómo y cuándo se podrá hablar de alivio?
- Día 17º.-
Demasiadas gestiones ajenas a resolver en contextos desconocidos.
Ayuda aquí y ahora, no telefónica. Pero poco a poco se irá tirando ¡qué remedio!
Paseo hasta la secuoya, tranquilizador.
- Día 18º.-
Cierta relajación. Por la tensión continúa.
¿Posibilidad de traslado en fechas futuras para mejor control en entorno conocido? Nada es fácil y cada día no alivia.
- Día 19º.-
Optimismo en él y pesimismo en nosotros. La carga está siendo demoledora físicamente. Mentalmente también pero se sobrelleva mejor… a veces.
- Día 20º.-
Gestiones para él. Pruebas sobre él. A saber cómo resultarán.
¿Mejora objetiva? Quién sabe. Todo se complica alrededor.
- Día 21º.-
Gestiones para indemnización. Sí ¿y a los otros?
Salir del círculo virtuoso de amistades. Y meterse el idealismo donde quepa.
Minados y socavados, sin un futuro nítido.
- Día 22º.-
Premonición. El cielo se ha nublado esta mañana. Un nerviosismo gris acecha.
A mediodía se confirma la importancia. Todo se ha consumado. Elongación del sufrimiento. El infierno van a ser los otros… ya lo están siendo.
- Día 23º.-
Extrema amenaza. Sin una buena solución. ¿Cómo buscar paliativos a que te lo arrebaten?
Ya no hay nada que decir. Nada que  esperar… Sólo lágrimas.
- Día 24º.-
Los expertos más especializados te abren la cabeza como un ventanuco de esperanza. ¿Seguro? ¿Quién corre con los riesgos?
E igual que su dueño, el vehículo se deteriora con los días.
[Y los árboles del sanatorio también están enfermos]
- Día 25º.-
Por fin refuerzos. En ella no se notan.
- Día 26º.-
Un poco de tranquilidad. Tensa espera, sin embargo.
- Día 27º.-
Pautas para el procedimiento el día más lluvioso del verano que terminará matando la esperanza.
El último verano no será para recordar. Seguro. Y en dos días ya se verá.
- Día 28º.-
Frío inicio del otoño. Con mayores dificultades por el deterioro. A esperar la actuación: ¡que sea calma!
No te pueden imponer tu otoño a los treinta años. (Sin pensar en que fuese en su lugar tu invierno).
A mediodía cambio de planes, retrasos, más desolación. Y peligros. Nada se sitúa a favor. ¿De dónde sacaremos energía, si todo se pone en contra cada vez más?

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