Qué difícil resulta decir una palabra
que atraviese el abismo que hay en un abrazo,
que fecunde insumisa tu amor agazapado,
que rasgue
el gélido latido que supone tu llanto.
Sin embargo,
sobre la frigidez que matiza tus rasgos,
bajo la desmesura que cercena tus ansias,
quiero decir que quiero
(cuando solo te encuentres
cuando a nadie le importes)
estrecharte en la entraña, para que nunca olvides
el desgarro profundo que vence mi tristeza
y compartir contigo, para que me comprendas,
los oscuros secretos que la niebla dibuja.
Escuchando tus risas,
enjugando tu pena,
quiero servir para que te convenzas
que la vida golpea…
sin romper nuestras
almas.
[26/11/1996]
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