Jardines embozados por la niebla
no aconsejan paseos matinales
cuando el amanecer no se adivina.
Sin embargo, tus pasos te conducen
por sendas desoladas al naufragio
en playas de la bruma que te asola.
Errar sin pensamientos definidos
dejándose llevar por la neblina
que confunde realidad y sentido.
Desvelos, somnolencias, abandonos…
Después de lo existido con angustia
a pesar del vacío que subsiste
la muerte no merece ser vivida.
Sin memoria cercana y sin arraigo,
repetir la rutina invariable
es sola condición de subsistencia.
Sin esperanza cierta, sólo eres
la bolsa reversible que recoge
a diario, la mierda de tu perro.
Niebla.
26/11/23.
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