¡Qué difícil escribir tu recuerdo!
Me vas dejando sin querer retazos
de tu breve visita a mi ternura...
¿Acaso encontraré, sin darme cuenta,
la silenciosa huella de tus senos
apenas perceptible sobre el pliegue
del ajado tejido del adiós?
(Acaricio otro cuerpo
y no me olvido
de lo que he soñado
contigo).
¡Qué difícil me resulta olvidar
la primera palabra que dijiste!
-¿No están sobre tus hombros ya posados
amor y despedida tan livianos?-
Sólo ahora poseo
tus contactos triviales
y aceptar mi destino
sin que el uno se encuentre con el otro jamás.
(NEVER THE TWAIN SHALL MEET).
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