II
Paseando tranquilos
por plazuelas antiguas
un sábado de mayo
pasado el mediodía...
si me besas,
me quitas las palabras de los labios :
“¿Por
qué no puedo darte,
si
me lo pide el cuerpo
y
lo estás deseando,
un
besazo en la boca
que
el corazón desnude
y
no desate el llanto?”.
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