Como flor de las jaras, tu piel tersa y suave.
Tus ojos, como flor de lavanda en la montaña.
Tu deseado cuerpo…
Cuando tú me lo pidas recorreré tus valles.
Mis ardorosas manos dibujarán caricia
que estremezcan tus senos...
El viento mecerá con amor tus cabellos
y quedaran desnudos tus hombros de doncella
para que los traspase el roce y el anhelo...
Abrazo tu cintura y te cojo en mis brazos.
Me das el corazón que forman tus caderas.
Te poseeré en silencio...
No se destruye nada, pon tus labios sin miedo.
Seguirá tu pureza cuando entregues tu boca
y recibas mis besos.
LA
CANCIÓN DEL DESEO.
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