12.8.15

Ojos sin hojas (2).


II

Como la luz caduca de las tardes
se esconde el corazón bajo la niebla
que acaricia colinas,
                                         que predice
de grises valles lágrimas,
recuerdos tristes sin adiós heridos
y escarchas como niños con los juguetes rotos.

Tras mi último otoño no quedan primaveras:
perdidos los membrillos...
                                                ¿no volverán los pájaros?
Ahora
              nada tengo a lo que regresar


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