Después
de la visita de julio, todo se ha precipitado. Viaje relámpago de rescate en
plena semana grande y ahora traslado con perspectivas de cierta permanencia
esperando acontecimientos.
La
situación se ha agudizado y otras circunstancias la hacen, si cabe, más
gravosa. Esperar no ayuda, llorar no sirve. ¿Dónde está el límite?
La
vida se ha jodido irreparablemente.
- Día 2º.-
El
ritmo médico tiene menos cadencia que el ritmo familiar.
Hoy
como ayer, todo se ha descompuesto y tras la tragedia el naufragio. ¿Qué pecios
se podrán salvar? La incerteza aplaza todo.
No
esperar nada. Nadie va a salir incólume en el momento de la verdad y alguno no
puede darse cuenta de su responsabilidad.
- Día 3º.-
Salir
de la ciudad sucia y plomiza. Salir a respirar y oler, verde o mar.
Abre
el día y en la playa, descalzo, caminar hasta la orilla. Allí, solo, lejano,
mirar al mar y sentirlo. Pero el mar también está en la mente. Y pide su
tributo: un poema.
Al
despedirse del mar y de la arena negra, un sueño reparador te aleja de la pena.
- Día 4º.-
Día
gris, espera gris. Sube la tensión.
Tarde
de lectura para sobrellevar la inacción que te vence.
- Día 5º.-
Otra
vez playa y un simulacro de mar. El viejo puerto pintoresco y folclórico.
Cañas, ravas y fotos, por lo menos.
Se
acerca la hora de la verdad, sólo los íntimos sabemos lo que espera. Y tan
pocos casi no dan consuelo. El dolor del
alma ¿quién lo aplaca?
- Día 6º.-
El
día definitivo, en principio. Explicaciones con el fin de que todo nos cambie.
Para que nos quede inaugurada una etapa. Dura. Durable.
Difícil
recuperación de lo anterior. ¡Ya nada será igual, sino peor!
Todo
condicionamiento habrá sido un juego de niños respecto a los que vendrán, o los
que ya, hoy, están aquí. Todo pendiente de hilos que no se manejan, que mueven
otros.
Días
de llantos. Por él, por mí… por todos.
- Día 7º.-
Dificultades
para encarar el estado de los demás o el propio. Mejoras: ficciones.
Cambio
de actitud. ¿Cuándo cambiará la cuasicerteza de la desesperanza?
Resignación.
- Día 8º.-
¿Cuándo
se irá todo al carajo?
Falsas
ilusiones fuera de la realidad. Correr riesgos y perder esperanza. Riesgos
previsibles. Esperanza vana.
- Día 9º.-
Distracciones
pocas en esperas largas y tensas.
- Día 10º.-
Pequeños
destellos de confianza. Mas larga es la cura y el cuidado largo.
- Día 11º.-
La
insoportable levedad del ser.
Quebradizo
como vidrio, no se vislumbra luz al final del túnel, aunque el funicular
descienda despacio y seguro.
- Día 12º.-
Sin
poder comunicar con exactitud la situación, dada la indelicadeza de desvelar el
asunto. Nadie te consuela de veras.
Ni
siquiera la lluvia… que traía truenos.
- Día 13º.-
Confirmado
el primer quebranto oportunista, no ayuda ahora ni el cuándo ni el porqué. Esperar
su inocuidad ilusamente quizás. O sufrir las consecuencias, más.
Qué
diferente se torna el mundo cuando lo restringes a las cuatro paredes clínicas.
Mañana
será otro jodido día.
Muchos abrazos, Sr. Verle.
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ResponderEliminarNada en lo que ayudar. Sepa al menos que le leemos.
Se les agradece por venir.
ResponderEliminarMucho ánimo, Sr. Verle, hay que vivir.
ResponderEliminarSumo mis abrazos a los de Bonnie. Adapts lo ha dicho muy bien: le leemos.
Proc: Hay que vivir pero bien.
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